Helechos epifitos: plantas de altura

 AutoresAlcántara-González Ma. del Rocío & Macías-López Felipe Arath

¿Qué es una planta epifita?

 

Seguramente alguna vez has visitado un bosque, y te sientes atraído e impresionado por la gran cantidad de vegetación que encontramos en aquel lugar, desde unas diminutas plantas hasta los enormes árboles que nos rodean con sus grandes copas. Coexistiendo con estos enormes organismos de los bosques se encuentran viviendo unas cuantas plantas en su tronco, y muchas veces nos preguntamos ¿cómo es que una planta puede vivir en el tronco de un árbol?,  algunas veces nos solemos confundir y asegurar que se encuentran parasitando al árbol, sin embargo, estas no se alimentan de los árboles y mucho menos son parásitas de él, a este tipo de plantas se les llaman epífitas, que en griego significa “sobre otras plantas” (epi= sobre, phyta=planta), por lo tanto se encuentran viviendo a lo largo de toda su vida ahi, en la mayoría de los casos sobre los troncos y ramas de los árboles, sin embargo, nos cuestionamos sobre… ¿cómo es posible que las plantas epifitas crezcan sin suelo?, a través de la historia de vida de una planta, tiene que nutrirse y disponer de humedad suficiente para desarrollarse, por lo tanto, ¿cómo obtienen las epífitas los nutrientes necesarios y humedad para sobrevivir?. Las epífitas se las han arreglado para resolver ese problema, han desarrollado modificaciones morfológicas, anatómicas y fisiológicas que les permite sobrevivir sobre otra planta, permitiéndole captar, almacenar y absorber agua y suficientes nutrientes. una de las modificaciones más importantes que les permite captar el agua suficiente para su crecimiento es el de las hojas dispuestas en forma de roseta, modificaciones que han resultado exitosas en bromelias, orquídeas y algunos helechos. Específicamente en helechos y algunas bromelias, una de las modificaciones más exitosas es la de la presencia de tricomas, pequeños pelos blancos que pueden ser visibles en tallos y rizomas, ya que representan una innovación muy importante no solo para la captación de agua, sino también en la retención de la misma. Además, una gran parte del éxito de supervivencia también se encuentra relacionado con el logro en la dispersión de sus semillas o esporas en el caso de los helechos, estructuras diminutas que en su mayoría son dispersadas por acción del viento o por la de la lluvia, ya que se pueden transportar en las gotas.

 

Distribución y diversidad de plantas epífitas.

 

Alrededor del mundo las plantas epífitas representan cerca del 10% de la diversidad vegetal, dentro de este porcentaje el 20% representa únicamente a pteridofitas o helechos (Benzing, 1990). En México tenemos aproximadamente 1100 especies de helechos, de los cuales cerca de 270 de ellos son epifitos, algunos de ellos pertenecen a especies del género Polypodium, como Polypodium aureum L, o Polypodium angustifolium Sw, se distribuyen principalmente en bosques mesófilos de montaña, selvas tropicales y bosques de pino-encino, el estado mexicano que presenta una gran cantidad de pteridofitas es Veracruz, siendo también, el estado con la mayor cantidad de plantas vasculares en el país. Uno de los ecosistemas más ricos en diversidad vegetal, ya que entre 2000 y 3000 especies vegetales crecen única y exclusivamente aquí, el bosque mesófilo de montaña o bosque de niebla, es, en distribución geográfica uno de los que cuenta con el menor porcentaje de cobertura en todo el país, con solo el 1% de la cobertura territorial nacional, uno de los grupos vegetales más importantes de este tipo de bosque es justamente las que pertenecen a las epífitas, al caminar por estos bosque es muy común encontrarnos con árboles casi llenos de plantas en su tronco, donde podemos encontrar orquídeas, bromelias, musgos y fundamentalmente helechos. Las epifitas proveen de alojamiento a una gran cantidad de especies de otros grupos, como arácnidos, insectos, aves, anfibios, hongos y pequeños invertebrados. Además, cumplen un papel importante en la dinámica nutrimental, ya que al tener una gran cantidad de organismos viviendo entre ellas y debido a su eficiente captación de agua aportan a una gran cantidad de ciclos biológicos presentes en este tipo de bosques, con el escurrimiento del agua o la muerte y caída de las epífitas, ya que con esta acción permiten la reincorporación nutrimental al ecosistema.

 


Figura 1. Helechos epifitos. Pleopeltis sp (arriba) y Polypodium sp. (abajo). 

 

Distribución vertical de helechos epifitos

 

Las epífitas no son plantas parásitas, ya que no se alimentan de los nutrientes de donde se encuentran, porque han desarrollado una gran cantidad de modificaciones que les permite crecer y reproducirse. A lo largo del tronco y copa de un árbol solemos ver una gran cantidad de plantas que habitan ahí, desde bromelias y orquídeas en lo más alto, hasta helechos y musgos en las partes más bajas, pero, ¿Qué determina que unas plantas crezcan a cierta altura y otras a otra?. En realidad no es tan sencillo de explicar, ya que está relacionado con una gran cantidad de variables principalmente climáticas, como la temperatura, porcentaje de humedad o radiación solar y muchas veces este tipo de variables se ven afectadas por la intervención humana (tala ilegal, introducción de especies agrícolas o exóticas y la extracción de recursos no maderables), estas variables les permiten a las plantas y en especial a las epífitas distribuirse a través del dosel o fuste de un árbol, debido a la cantidad de humedad en el aire, la cantidad de radiación solar que se irradia sobre ellas o los cambios en la temperatura. Las plantas epífitas generalmente se relacionan con la salud de un bosque, entre una mayor diversidad y distribución de plantas epífitas se determina qué tan saludable se encuentra un bosque, es decir, en bosques de cafetal encontraremos plantas epífitas en menor cantidad, debido a que es un árbol introducido, en los cuales el dosel puede ser más abierto o el fuste más pequeño, a diferencia de las especies de árboles en donde crecen generalmente estás epifitas, con doseles más cerrados y fustes más largos que proporcionan las condiciones ambientales necesarias para la diversidad de plantas epífitas.

 

Pérdida de los ecosistemas.

 El Bosque mesófilo de montaña o Bosque de niebla es reconocido como uno de los sitios con mayor diversidad en el país hasta ahora, pero esto no estaba bien descrito, si no hasta los 80´s, años en los cuales las investigaciones y consideraciones sobre la importancia que desempeñaba el Bosque mesófilo de montaña tomó relevancia entre el ámbito científico, hasta el día de hoy este tipo de bosque resulta importante, no solo por los bienes y servicios que otorga a la sociedad, si no por su increíble biodiversidad., También nos permite entender cómo es que funcionan ciertos aspectos ecológicos que no podríamos estudiar en otro tipo de ecosistema, sin embargo, en los últimos años ha sido uno de los bosques con mayor declive en su extensión territorial debido a la perturbación del territorio y la sobreexplotación de los recursos. A pesar de los esfuerzos por parte de instituciones y universidades para proteger y conservar estos bosques, siguen siendo destruidos, cambiando el tipo de suelo del bosque debido a la mancha urbana o extrayendo las distintas especies de plantas, orquídeas, aves, mamíferos, anfibios y demás causando así un desequilibrio en el ecosistema deteriorando y llevándolo a su desaparición. Múltiples trabajos se han desarrollado en la última década para poder explicar la importancia de este tipo de ecosistemas y poder así preservar su funcionamiento y diversidad. Siendo las epífitas uno de los organismos con mayor presencia en este tipo de bosques, y es muy probable que también sea una de las que más resiente la perturbación, sin embargo, es uno de los grupos menos estudiados con lo que corresponde a la destrucción de su hábitat, aún no se ha entendido cómo es que responden ante la extracción de especies o la tala de los árboles donde habitan. Muchos de los trabajos recientes se enfocan más en entender la diversidad espacial y su distribución, pocos o nulos son los trabajos enfocados únicamente en la perturbación humana y su efecto directo en plantas epifitas.

Figura 2. Bosque mesófilo de montaña 

 

Aproximaciones y consideraciones finales.

 

EL conocimiento acerca del efecto de la perturbación en las epifitas es nulo y a la vez preocupante, ya que ellas juegan un papel importante en este tipo de sistemas, como ya lo mencionamos son importantes en una gran cantidad de ciclos biológicos y son hábitat de una gran cantidad de especies, creemos importante impulsar estudios enfocados en entender las posibles consecuencias de la pérdida de plantas epífitas en bosques mesófilos de montaña ya que nos permitirían entender de mejor manera el rol que juegan en todo el ecosistema.

Consideramos que con toda la incertidumbre generada debido al cambio climático y la inminente pérdida de especies, ecosistemas tan diversos como el bosque mesófilo de montaña deberían tomar cierta importancia en las investigaciones de científicos tanto del presente como del futuro, es fundamental también desarrollar conciencia en la sociedad que se encuentra interaccionando directamente con este tipo de sistemas, es decir, hay que realizar investigación y divulgación sobre los servicios y productos que nos puede proporcionar un bosque de este tipo intentando realizar la menor perturbación posible, además de enfatizar el papel elemental que juegan los bosques de niebla por su riqueza biológica, aprender a conservar y proteger las miles y miles de especies que se encuentran en aquel lugar para así producir no solo conocimiento acerca del funcionamiento de la vida, si no entendimiento de los procesos necesarios para el desarrollo de la misma.

Sobre los autores: 

http://revistarimega.blogspot.com/2022/04/alcantara-gonzalez-maria-del-rocio.html

http://revistarimega.blogspot.com/2022/04/macias-lopez-felipe-arath.html


 Literatura recomendada:

http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0187-71512016000100005

http://cienciasforestales.inifap.gob.mx/editorial/index.php/forestales/article/view/231/1018

http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2007-42982015000100013

Ceja-Romero, J., A. Mendoza-Ruiz, A. R. López-Ferrari, A. Espejo, B. Pérez-García y J. García Cruz. 2010. Las epífitas vasculares del estado de Hidalgo, México: diversidad y distribución. Acta Bot. Mex. 93: 1-39. 

Nadkarni, N. M. and T. J. Matelson. 1991. Fine litter dynamics within the tree Canopo of a tropical cloud forest. Ecology 72: 2071–2082.

Castillo-Campos, G., S. Avendaño-Reyes y M. E. Medina-Abreo. 2011. Flora y Vegetación. In: Cruz-Angón, A. (ed.). La biodiversidad en Veracruz: Estudio de estado. Vol. I. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, Gobierno del Estado de Veracruz, Universidad Veracruzana, Instituto de Ecología, A.C., México, D.F., México. pp. 163-179.

Benzing, D. 1990. Vascular epiphytes. General biology and related biota. Cambridge University Press. Cambridge, UK. 353 pp

Krömer, T., A. Acebey y A. R. Smith. 2013a. Taxonomic update, distribution and conservation status of grammitid ferns (Polypodiaceae, Polypodiopsida) in Veracruz State, Mexico. Phytotaxa 82(1): 29-84. 

Luna, I., L. Almeida, L. Villers y L. Lorenzo. 1988. Reconocimiento florístico y consideraciones fitogeográficas del bosque mesófilo de montaña de Teocelo, Veracruz. Bol. Soc. Bot. Méx. 48: 35-63


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1 comentario:

  1. Excelente artículo, y es una pena que por culpa del humano esté en peligroso la maravillosa naturaleza. Gracias.

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