• Lunularaceae

    es una familia que pertenece a la clase Marchantiopsida y al Orden Marchantiales. Es una familia monotípica, es decir constituida por una sola especie Lunularia cruciata la cual se distribuye ampliamente alrededor del mundo en las regiones subtropicales; tanto del hemisferio sur como del hemisferio norte, generalmente es propia de climas desde templado a cálido

  • Lobo gris mexicano

    El lobo gris mexicano o solo lobo mexicano es una de las 24 subespecies de lobo (Canis lupus) que existe en Norteamérica y se caracteriza por ser la más pequeña y la que se distribuye más al Sur. De estas subespecies solo dos han habitado en la República Mexicana hasta principios del siglo XX.ecies.

  • Lycophyta, Lycopodiophyta y Microphyllophyta

    El phyllum Lycophyta comprende 1500 especies aproximadamente, son plantas herbáceas, cosmopolitas y se encuentra dividido en tres Ordenes: Lycopodiales, Sellaginelales e Isoetales. Este grupo de plantas apareció en el Devónico y es el grupo hermano del resto de las plantas vasculares como lo son helechos, gimnospermas y angiospermas.

  • El Tecolotito serrano (Glaucidium gnoma)

    Tiene una longitud de 15 a 17cm en su etapa adulta (aproximadamente 6 pulgadas). Cabeza redonda de color blanco con manchas, dos puntos pálidos en la parte superior de la cabeza, la nuca y cuello, semejante a ojos en la espalda. La parte superior del pecho y cuello presenta un parche negro, las alas y la cola son más obscuras y con rayas verticales en los flancos.

  • ¿Qué son los helechos?

    Es un grupo de plantas que ha lo largo del tiempo se le ha llamado de formas diferentes, ha sido nombrado Pterophyta, Pteridophyta, Poplypodiophyta y recientemente Monylophyta, sin embargo al no existir un consenso nos referiremos a ellos como “Helechos”.

El Águila Real: Soberana de los Cielos.

 

El Águila Real: Soberana de los Cielos

por Juan Carlos Rivera Melo Gaona.

El águila real (Aquila chrysaetos) es, sin duda, una de las aves rapaces más emblemáticas y admiradas del mundo. Su imponente figura, su agudo sentido de la vista y su poderío en vuelo la han convertido en un símbolo de fuerza y libertad en muchas culturas. En México es mucho más que un ave majestuosa; es un símbolo nacional, representando nuestra cultura y nuestra lucha por la conservación.

Es una de las águilas más grandes, con una envergadura que puede superar los 2 metros. Su plumaje es predominantemente marrón oscuro, con plumas doradas en la parte posterior de la cabeza. Se alimenta principalmente de mamíferos como liebres, conejos y marmotas, aunque también puede cazar aves y otros animales más pequeños. Prefiere zonas montañosas con acantilados para anidar y áreas abiertas para cazar. Se adapta a diversos climas, desde tundras hasta desiertos. Posee una vista excepcional, varias veces más aguda que la del ser humano, lo que le permite detectar presas desde grandes alturas.


El águila real tiene una amplia distribución en el hemisferio norte, abarcando desde Europa y Asia hasta América del Norte. Sin embargo, sus poblaciones han disminuido en muchas áreas debido a la pérdida de hábitat, la caza y el envenenamiento por rodenticidas. El águila real se distribuye en gran parte del territorio mexicano, especialmente en zonas montañosas y semiáridas. Sus principales hábitats incluyen bosques de coníferas, matorrales y zonas desérticas. 

La presencia o ausencia del águila real es un indicador de la salud de los ecosistemas. Su declive refleja la degradación de sus hábitats y la pérdida de biodiversidad. Como depredador ápice, juega un papel crucial en el equilibrio de los ecosistemas, regulando las poblaciones de sus presas. Es un símbolo nacional en muchos países y ha sido representada en diversas culturas a lo largo de la historia. El águila real, posada sobre un nopal devorando una serpiente, es el emblema de México. Representa nuestra identidad, fuerza y conexión con la naturaleza.

El águila real es un ave de presa de gran envergadura conocida por sus impresionantes habilidades de caza y su longevidad. Su comportamiento reproductivo es una muestra de adaptación y estrategia de supervivencia en un entorno natural. Una de las características más destacadas del águila real es su monogamia. Las parejas se forman para toda la vida, estableciendo un vínculo fuerte y duradero. Esta fidelidad garantiza la colaboración en la crianza de los polluelos y la defensa del territorio.

Las águilas reales construyen nidos imponentes, a menudo en acantilados inaccesibles o en lo alto de árboles. Estos nidos, llamados nidos aéreos, pueden alcanzar grandes dimensiones y ser reutilizados durante muchos años. La construcción del nido es una tarea compartida por la pareja, utilizando ramas, raíces y otros materiales.

La hembra suele poner entre 1 y 3 huevos, aunque lo más común es que ponga dos. Los huevos son de color blanco azulado y están manchados de marrón. La incubación dura aproximadamente un mes y medio, y es realizada principalmente por la hembra, aunque el macho también participa en esta tarea.

Los polluelos, llamados aguiluchos, nacen cubiertos de un denso plumón blanco. Ambos padres se encargan de alimentarlos, trayendo presas al nido. Sin embargo, suele ocurrir que el polluelo mayor, al ser más fuerte, acapara la mayor parte del alimento, lo que puede llevar a la muerte del polluelo más pequeño. Este comportamiento, conocido como cainismo, es una estrategia que garantiza la supervivencia del polluelo más fuerte y mejor preparado para enfrentar los desafíos del mundo exterior. Las águilas reales alcanzan la madurez sexual entre los 4 y 5 años de edad. Su esperanza de vida en la naturaleza puede superar los 20 años, y se han registrado casos de ejemplares que han vivido más de 30 años.

Existen varias y serías amenazas para la supervivencia de esta especie como lo es, la destrucción de sus hábitats naturales ya que reduce el número de sitios disponibles para anidar y encontrar alimento. La presencia de contaminantes en el medio ambiente puede afectar la fertilidad y la salud de las águilas. En México y varías partes del mundo está protegida por la ley, pero esto no impide que siga siendo víctima de la caza furtiva. Colisiones con aerogeneradores y líneas eléctricas pueden causar la muerte de las águilas durante el vuelo. La ingestión de roedores envenenados es una causa importante de mortalidad. La actividad humana, como el turismo y la caza furtiva, puede afectar a las poblaciones de águilas.

Para proteger al águila real y a otras aves rapaces, es fundamental:

  • Conservar los hábitats: Proteger y restaurar los ecosistemas donde habitan estas aves.

  • Regular el uso de pesticidas: Reducir el uso de rodenticidas y otros venenos que pueden afectar a las águilas.

  • Promover la educación ambiental: Concientizar a la población sobre la importancia de estas aves y las amenazas que enfrentan.

  • Apoyar proyectos de conservación: Colaborar con organizaciones que trabajan en la protección de las águilas reales.

Ante estas amenazas, se han implementado diversos planes de conservación, entre los que destacan:

  • Creación de áreas naturales protegidas: Se han establecido reservas y parques nacionales para proteger los hábitats del águila real.

  • Programas de reintroducción: Se han llevado a cabo proyectos para liberar ejemplares criados en cautiverio en zonas donde la especie ha desaparecido.

  • Monitoreo de poblaciones: Se realizan estudios para conocer el tamaño y la distribución de las poblaciones de águilas reales.

  • Educación ambiental: Se promueve la conciencia sobre la importancia de conservar esta especie y su hábitat.

  • Colaboración entre instituciones: Se fomenta la colaboración entre gobierno, academia y sociedad civil para implementar acciones de conservación.


La conservación del águila real es un desafío que requiere de esfuerzos coordinados y a largo plazo. Sin embargo, gracias a los programas de conservación y la creciente conciencia sobre la importancia de esta especie, existe esperanza de garantizar su supervivencia en nuestro país.

Bibliografía

BirdLife International. (2023). Aquila chrysaetos. The IUCN Red List of Threatened Species 2023: e.T22695A19436624. [se quitó una URL no válida]

Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA). (2023). Águila Real, especie emblemática de México. https://www.gob.mx/profepa/articulos/91717
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Gimnospermas

Ginkgophyta


Ginkgo biloba ha estado presente en Tierra desde hace 200 millones de años,

considerado como un fósil viviente, puede llegar a vivir alrededor de 1000 años, además

de ser el único árbol actual que representa su linaje. Entre sus características notables se

encuentran la resistencia a la contaminación, hongos y bacterias, además, forma una

simbiosis mutualista al establecer micorrizas (Valencia,2014; Gonzáles, 2011).

Es un árbol caducifolio, dioico, que mide entre 20 y 64 metros, con un diámetro que varía

de 1 a 14 m, su copa es estrecha, piramidal, formada por uno o más troncos. Sus ramas

son rectas, gruesas y rígidas, aunque los árboles jóvenes presentan ramificación laxa. La

corteza tiene un color pardo grisácea o pardo oscuro, con surcos y hendiduras marcadas

(Valencia,2014; Gonzáles, 2011).

Se distribuye naturalmente en China, Japón y Corea, pero también puede encontrarse en

otros lugares como en Europa y América, como en Estados Unidos (Valencia, 2014;

Jacobs y Browner, 2004; Gonzáles, 2011).

Cuenta con dos tipos de ramas distintivas:

Macroblastos: Estas ramas generan hojas bilobadas o disecadas, con una disposición

helicoidal en su filotaxia. Su madera es picnoxílica y cuenta con canales mucilaginosos.

Las ramas son grandes y largas, caracterizadas por nudos y entrenudos definidos, con un

crecimiento ilimitado. Son los responsables de crecimiento y la ramificación (Valencia,

2014).

Braquiblastos: En este caso, son tallos con entrenudos que son menos evidentes que en

los macroblastos, su madera es monoxílica con canales mucilaginosos, tienen tres tipos

de hojas en las ramas, que son las escamas, las brácteas y las nomófilas que tienen

forma flabelada con márgenes enteros. Portan las estructuras de reproducción, en la parte

apical, ya sea en la axila de las brácteas o de las hojas nomófilas. Los pecíolos tienen

una longitud de 3 a 10 cm, cuenta con dos haces de tejido conductor (Valencia,2014;

Gonzáles, 2011).

Poseen dos trazas foliares que se ramifican dicotómicamente. Las estructuras de

reproducción incluyen estróbilos masculinos formados por un eje con microesporófilas

dispuestas en espiral, mientras que los estróbilos femeninos están formados por un

pedúnculo que lleva dos óvulos en el ápice de una bifurcación. El crecimiento de los

braquiblastos es limitado (Valencia, 2014).

Los individuos masculinos tienen inflorescencias amarillas agrupadas en amentos

cilíndricos y en los femeninos, las flores se encuentran en grupos de 2 a 3, que producen

semillas blandas (Gonzáles, 2011).

Sus hojas jóvenes cuentan con tricomas, no tienen nervio central, su venación es

dicotómica con venas regulares, las estomas solo están presentes en el envés de la hoja

(Gonzáles, 2011).

Los microestrobilos tienen un eje donde se insertan las microesporófilas es espiral, que

son las que portan a los sacos polínicos que pueden ser de 2 a 4, estos son dehiscentes

longitudinalmente (Valencia, 2014).


Los microesporangios tienen una pared, un tapetum y el tejido esporógeno (Valencia,

2014).

Los óvulos están formados por la nucela (megasporangio) y el tegumento, que cuenta con

una capa externa, una media y una intermedia, que sufren modificaciones para formar la

testa de la semilla (Valencia, 2014).

Tanto la fecundación como la polinización ocurren en tiempos separados con

aproximadamente 140 días de diferencia (Valencia, 2014).

Ciclo de vida: La semilla germina cuando emerge la radícula por la zona micropilar,

mientras que los cotiledones se quedan en el interior para degradar al tejido gametofítico

y alimentar a la plántula. Emerge la plántula generando un macroblasto y después de 8 a

10 años decrecimiento surge un braquiblasto y 30 años después surgen las primeras

estructuras reproductoras (Valencia, 2014).

Los individuos masculinos, ya sea en mayo o junio, empiezan a generar los

microstróbilos, para que en abril del año siguiente comienza la formación de los granos de

polen, por otro lado, los individuos femeninos maduros en este tiempo forman los óvulos,

hay megasporogénesis, donde se forma la tétrada lineal de megasporas, donde solo una

queda funcional, que por meiosis genera al gametofito femenino. En los microsporangios

mediante meiosis se generan las microsporas que germinaran endospóricamente y

forman el grano de polen, que posteriormente será trasladado y depositado en una gota

de polinización en el micrópilo, que, al colapsar, el polen entra a la cámara polínica, surge

el tubo polínico y finaliza el desarrollo del gametofito masculino con la formación de los

anterozoides. Al ser liberados los gametos ciliados, hay singamia y se forma el cigoto y

posteriormente el embrión (Valencia, 2014).

Las semillas cuentan con las tres capas típicas y son pedunculadas, cuando se fecundan,

es una por pedúnculo. Al madurar son carnosas, pueden ser de color verde grisáceo,

amarillo o amarillo-anaranjado, con un olor rancio (Valencia, 2014, González, 2011).

El gametofito es fotosintético, que rodea al embrión que puede presentar de dos a tres

cotiledones y, durante la germinación, la radícula es la primera estructura en emerger y

después la plúmula, mientras que los cotiledones se quedan dentro dirigiendo al

megagametofito(Valencia, 2014, González, 2011).

La especie es importante económicamente por ser ornamental, medicinal y nutricional, ya

que se extraen de sus hojas metabolitos y compuestos bioactivos como flavonoides,

glucósidos de flavona, terpenoides, ginkgólidos, ácido ascórbico y cetequina, para tratar

diferentes enfermedades, por ejemplo, neurodegenerativas, cardiovasculares, cáncer y el

desarrollo de tumores (Pascual et al.,2017; Valencia, 2014; Jacobs y Browner, 2004).


Morfología interna de Ginkgo biloba


Figura 1. Ginkgo biloba, macroblasto, corte transversal (4x). Se observa la peridermes (pe), felema

(fm) o corcho, felógeno (fg) (cambium del corcho), felodermis (fd) el parénquima de reserva (pa), la

medula (me) el xilema secundario (xi), el floema (fl), los radios (ra), el cambium vascular (cv) y

canales mucilaginosos (cm).


Figura 2. Ginkgo biloba, macroblasto, corte transversal (10x). Se observa la peridermis (pe) felema

(fm) o corcho, felógeno (fg) (cambium del corcho), felodermis (fd), el parénquima de reserva (pa),

la xilema (xi) El floema (fl), el cambium vascular (cv) y los radios (ra).


Figura 3. Ginkgo biloba, macroblasto, corte transversal (10x). Se observa el felema (fm) o corcho,

felógeno (fg) (cambium del corcho), felodermis (fd) y el parénquima de reserva (pa).


Figura 4. Ginkgo biloba, macroblasto, corte transversal (40x) Acercamiento a un canal mucilaginoso

(cm) también se puede ver parte del parénquima de reserva (pa).


Figura 5. Ginkgo biloba, macroblasto, corte transversal (10x). Acercamiento, se puede observar la

medula (me) y el xilema secundario (xi) y los radios (ra).


Figura 6. Ginkgo biloba, macroblasto, corte transversal (10x). Se observa el felema (fm) o corcho,

felógeno (fg) (cambium del corcho), felodermis (fd) , el parénquima de reserva (pa), el xilema

secundario (xi), los radios (ra), el cambium vascular (cv) y un canal mucilaginoso (cm).


Figura 7. Ginkgo biloba, braquiblasto, corte transversal (4x). Acercamiento al sistema vascular,

donde se observa la medula (me) el xilema (xi), el floema(fl) y el parénquima de reserva (pa).


Figura 8. Ginkgo biloba,braquiblasto, corte transversal(4x). Se observa la peridermis (pe), un canal

resinífero (cr), el parénquima de reserva (pa), el floema (fl), el xilema (xi) y la medula (me).


Figura 9. Ginkgo biloba braquiblasto, corte transversal (40x). Acercamiento a un canal resinífero

(cr).


Figura 10. Ginkgo biloba, braquiblasto, corte transversal (10x). Acercamiento al sistema vascular,

donde se observa el floema (fl), el xilema (xi) y la medula (me).

Morfología externa de Ginkgo biloba


Figura 11. Ginkgo biloba,semilla. Se observa la sarcotesta (sa), endotesta(en), esclerotesta (es),

megagametofito (mega) y embrión (em).


Figura 12. Ginkgo biloba, rama. Se observa el braquiblasto (br), el macroblasto (mc), la hoja

compuesta por un peciolo (p) y una lámina (L).


Figura 13. Ginkgo biloba, rama. Se observa al macroblasto (mc), el braquiblasto (br), la hoja

compuesta por la lámina (L) y un peciolo (p) y los estróbilos masculinos (Em).

Cycadophyta


Esta es la división más antigua de las plantas con semilla. Conocidas como “los dinosaurios

del reino de las plantas” por permanecer sin muchos cambios a lo largo de su evolución;

por ello, frecuentemente son confundidas como palmas o helechos arborescentes. Entre

sus usos en la vida cotidiana se encuentra el ornamental, por ser consideradas exóticas y

el ceremonial. Debido a su sobreexplotación y por la complejidad de los ciclos de vida, se

encuentran en peligro de extinción (Valencia, 2014; Rivadeneneyra y Rodríguez,2014).

Se distribuyen en zonas tropicales y subtropicales, en zonas con temperatura y humedad

bajas. En México se encuentran 54 especies de la familia Zamiaceae, de la cual, los

géneros representativos son: Zamia, Ceratozamia y Dioon, además de que la mayoría de

estas especies son endémicas del país (Nicolalde et al., 2014).

Entre sus sinapomorfias se encuentra: trazas foliares circundantes, patrón especializado de

haces vasculares en el peciolo, canales de mucilago en los tallos y aminoácidos no

proteínicos (no pertenecen a los 20 aminoácidos conocidos) BMAA (Valencia, 2014). Estos

últimos son producidos por las cianobacterias a las que están asociadas y son tóxicos tanto

para humanos como para animales (Schmidt, 2012). Por otro lado, tienen pocas

ramificaciones y una característica corona de hojas en el ápice del tallo (Valencia, 2014).

Raíces: Tienen la función de captar agua, nutrientes y darle soporte al tronco. Cuentan con

dos tipos de raíces, las apogeotrópicas o coraloides, que cuentan con asociación simbiótica

con las cianobacterias pertenecientes a la especie Anababena cycadiceae y las de

geotropismo positivo que pueden ser tuberosas o lignificadas. Cuentan con epidermis o

peridermis, parénquima de reserva que contiene células mucilaginosas con cianobacterias

y el sistema vascular con 2 a 4 polos de protoxilema (Valencia, 2014; Nicolalde et al., 2014).

Tallos: Cuenta con dos tipos de tallos, el arborescente se caracteriza por ser monopodial,

robusto y sin ramificaciones, con altura que va entre los 5 y 18 m, con hojas catáfilas. Los

tallos subterráneos generalmente son globosos con cicatrices o tuberosos sin cicatrices,

además pueden o no tener hojas. Ambos tienen madera monoxílica; el sistema dérmico

está formado por peridermis o epidermis, el sistema fundamental conformado por un córtex,

una médula con parénquima, el cual tiene canales de mucilago y sistema vascular con

xilema secundario escaso (Valencia, 2014; Nicolalde et al., 2014).

Hojas: Cuentan con tres tipos, las nomófilas que son fotosintéticas, compuestas pinnadas

o bipinnadas, su estructura consta de un peciolo, raquis y una lámina. Las catáfilas son

hojas modificadas encargadas de proteger los meristemos, los primordios foliares y los

estróbilos; y las esporófilas que también son hojas modificadas que se encargan de producir

esporas, divididas en megaspórofilas que son las que producen óvulos y las microspórofilas

productoras de microsporangios. Tienen cutícula gruesa, la prefoliación en hojas jóvenes

es circinada, “cubiertas por tricomas”, en la epidermis se encuentran estomas hundidos,

con una o dos capas de hipodermis, parénquima empalizada y esponjoso y el sistema

vascular (Valencia, 2014).

Entre su morfología se encuentra que son dioicas, es decir que las estructuras

reproductivas se encuentran en plantas separadas; los conos o estróbilos tienen poca

variabilidad en cuento a su morfología, estos son gimnospérmicos, los masculinos son

simples formados por microesporófilas que producen a los gametos masculinos y los


estróbilos femeninos son compuestos con megasporófilas formadoras de óvulos. Es

importante mencionar que la madurez sexual tarda dependiendo de la especie, y el tamaño

de los conos masculinos en su madures va de 3 a 30 cm y en femeninos de 8 a 40 cm,

dependiendo del género. Tanto la polinización y la fertilización son eventos separados,

entre ellos pueden pasar entre 3 y 7 meses (Valencia, 2014; Nicolalde et al., 2014).

La célula madre de la megaspora está formada por la núcela (megasporangio) y un

tegumento, formado por una capa externa, una media y una interna que se modificarán

después para generar la testa de la semilla. El megasporangio cuenta con una pared gruesa

y el tapetum (Valencia, 2014).

Los espermatozoides son móviles, estos gametos se producen en el tubo polínico después

de la germinación post-polinización. Los microsporangios tienen epidermis con

engrosamiento, capas medias y tapetum (Valencia, 2014; Nicolalde et al., 2014).

Ciclo de vida:

Las plantas femeninas forman en el ápice los megaestróbilos, en el interior de los óvulos,

en estos, se realiza la megaesporogénesis dando lugar a la formación de una tétrada lineal

de megasporas, tres degeneran, quedando solo una funcional. Al germinar

endospóricamente la megaspora, que permanece en el interior de la nucela, da inicio la

formación del megagametofito (gametofito femenino) en cuyo interior de desarrollan dos

arquegonios cada uno con una oosfera (Valencia, 2014)

Las plantas masculinas forman los microestróbilos, que aportan los microesporangios y

generan microsporas por meiosis, estas germinan endosporicamente dando lugar al grano

de polen, que se dispersa por anemofilia o entomófilia , con la dehiscencia del

microsporangio inicia la polinización , el polen se deposita en una gota de polinización en

el micropilo, la cual colapsa y el polen queda en el interior de la cámara polínica, se

desarrolla el tubo polínico y termina con el desarrollo del gametofito masculino con la

formación de dos anterozoides, al romperse el tubo polínico en la cámara arquegonial libera

a los gametos, hay singamia, se forma el cigoto e inicia la embriogénesis para formar la

semilla (Valencia, 2014).

La embriogénesis inicia con la etapa de núcleos celulares libres, continua con la formación

de la pared celular y diferenciación de los tipos celulares. Cuando el embrión madura, se

alarga y presenta un nodo cotiledonario donde se distingue un epicótilo superior compuesto

por un meristemo apical y un primordio foliar (Valencia, 2014).

Las semillas están formadas por la testa, dividida en 3 capas: sarcotesta, esclerotesta y

endotesta, el megagametofio y el embrión. Su tiempo de maduración va de 6 a 16 meses y

se pueden dispersar por zoocoria o hidrocoria. Durante la germinación, emerge la radícula

del embrión para fijarse en el sustrato, cabe señalar que los cotiledones permanecen dentro

de la semilla obteniendo nutrientes hasta que se establezca por completo el sistema radical

(Valencia, 2014; Nicolalde et al., 2014).


Morfología interna Cycas revoluta


Figura 1. Cycas revoluta, raíz, corte transversal (4x). Se observa la rizodermis (r) de dos

capas celulares, parénquima de reserva(pa)con abundante almidón y taninos (ta) y el

sistema vascular (sv).


Figura 2. Cycas revoluta, raíz, corte transversal (10x). Se observa la rizodermis de dos

capas celulares (r), parénquima de reserva(pa) con abundante almidón (al) y taninos (ta).


Figura 3. Cycas revoluta, raíz, corte transversal(40x). Se observa un acercamiento del

parénquima de reserva(pa)con abundante almidón (al). Generalmente un amiloplasto por

célula.


r


Figura 4. Cycas revoluta, raíz, corte transversal(10x). Se observa la rizodermis (r) de dos

capas celulares, parénquima de reserva(pa)con almidón (al) y taninos (ta) y el sistema

vascular (sv).


Figura 6. Cycas revoluta, raíz, corte transversal(10x). Se observa la rizodermis (r),

parénquima de reserva(pa)con abundante almidón y taninos (ta) y el sistema vascular (sv).


Figura 7. Cycas revoluta, raíz, corte transversal (40x). Acercamiento del parénquima de

reserva (pa) donde se aprecian los taninos (ta), el almidón (al) y las traqueidas (tr).


Figura 8. Cycas revoluta, raíz, corte transversal (40x). Acercamiento del parénquima de

reserva (pa) donde se aprecian los taninos (ta), el almidón (al).


Figura 9. Cycas revoluta, tallo, corte transversal (4x). Se observa el parénquima de reserva

(pa), crecimiento secundario (cs), trazas foliares (tf), canales mucilaginosos (cm), el sistema

vascular (sv), xilema (xi) y floema (fl).


e


Figura 10. Cycas revoluta, tallo, corte transversal (10x). acercamiento donde se observa el

crecimiento secundario (cs), epidermis (e), felema (fm) o corcho, felógeno (fg) (cambium

del corcho), felodermis (fd) y el parénquima de reserva (pa).


Figura 11. Cycas revoluta, tallo, corte transversal (10x). Parénquima de reserva (pa), xilema

(xi), floema (fl) y canales mucilaginosos (cm).


Figura 12. Cycas revoluta, tallo, corte transversal(10x). Acercamiento del parénquima de

reserva (pa) conformado por células de paredes delgadas.


Figura 13. Cycas revoluta, tallo, corte transversal(40x). Acercamiento al crecimiento

secundario (cs), epidermis (e), felema (fm) o corcho, felógeno (fg) (cambium del corcho),

felodermis (fd) y al parénquima de reserva (pa).


Figura 14. Cycas revoluta, tallo, corte transversal. (40x). Acercamiento del sistema

vascular, donde se observa la xilema (xi), el floema (fl) y un canal mucilaginoso (cm).


Figura 15. Cycas revoluta, tallo, corte transversal(10x). Se observa el parénquima de

reserva (pa), la epidermis (e) y tatinos (ta).


fl


xi


Figura 16. Cycas revoluta, tallo, corte transversal (10x) Se observa un acercamiento al

sistema vascular, donde se encuentran taninos (ta), Xilema(xi), floema(fl) y radios (ra).


Figura 17. Cycas revoluta, tallo corte transversal(40x). Acercamiento del sistema vascular

donde se observa el xilema (xi), floema (fl), radios (ra) y taninos (ta).


Figura 18. Cycas revoluta, tallo corte transversal (10x). Se observa la epidermis (e), el

sistema fundamental y los canales mucilaginosos (cm).


Figura 19. Cycas revoluta, tallo, corte transversal (40x) Acercamiento donde se observa el

canal mucilaginoso.


Figura 20. Cycas revoluta, tallo corte transversal (40x). Se observan a las traqueidas (tr).


Figura 21. Cycas revoluta, hoja corte transversal (4x) Se observa la epidermis (e), el haz

vascular (hv), el mesófilo esponjoso (mes), el mesófilo empalizado(mem), estomas (est)y el

esclerénquima (esc).


Figura 22. Cycas revoluta, hoja, corte transversal (40x). Se observa la epidermis (e), el

esclerénquima (esc) y el mesófilo empalizado (mem).


Figura 23. Cycas revoluta, estoma haploquélico, corte transversal (40x). Acercamiento de

una estoma (est), también se puede observar la epidermis (e), el esclerénquima (esc),

células acompañantes (ca) y mesófilo esponjoso (mes).

Morfología externa Cycas revoluta


Figura 24. Cycas revoluta, hoja con vernación circinada. Pinnas con indumento.


Figura 25. Cycas revoluta. Se observa el tallo(ta) y las megaesporofilas (meg)


Figura 26. Cycas revoluta, megasporangio. Se observan las megaesporofilas (meg) y

óvulos (ov).


Figura 27. Cycas revoluta, megasporofila. Acercamiento de los óvulos (ov).


Figura 28. Cycas revoluta. Estróbilo masculino. Acercamiento donde se observan los

microesporangios (mcp) y las microesporofilas (mpf).


Morfología interna de Zamia sp


Figura 29. Zamia sp, tallo, corte transversal (10x). Se observa el parénquima de reserva

(pa), el xilema (xi) y el floema (fl).


Figura 30. Zamia sp, tallo, corte transversal (40x). Acercamiento al sistema vascular, se

observa el xilema (xi).


Figura 31. Zamia sp, hoja, corte transversal (10x) Se observa la epidermis (e) y el haz

vascular (hv).


Figura 32. Zamia sp, hoja corte transversal (10x) Se observa la epidermis (e), el haz

vascular (hv) y el esclerénquima (es).


Figura 33. Zamia sp, hoja corte transversal (40x) Acercamiento al haz vascular, se observa

el xilema (xi) y el floema (fl).


Figura 34. Zamia sp. Estróbilo masculino, corte trasversal (4x). Se observa la epidermis (e),

parénquima de reserva (pa) con taninos (ta), el haz vasculas (hv) y la medula (med).


Figura 35. Zamia sp, corte transversal de microestróbilo. Se observa la microsporofila (mpf),

microsporangios (mcp) y eje del estróbilo (ej.).


Figura 36. Zamia sp, microestróbilo, corte transversal (10x). Acercamiento a los

microsporangios.


Morfología externa de Zamia sp


Figura 37. Zamia sp. Hojas palmaticompuestas, pinnadas, coriáceas; que se distribuyen

espiraladamente sobre el ápice del tallo.


Figura 38. Zamia sp. Hoja joven. Se observa raquis (ra), peciolo (pc)y pinas (pi).


Figura 39. Zamia sp. Estróbilo masculino. Se observan las microsporofilas peltadas (mpf).


Figura 40. Zamia sp. microesporangio (mcp).


Figura 41. Zamia sp. Acercamiento del microesporangio (mcp).


Figura 42. Zamia sp. Estróbilo femenino con semillas


Figura 43. Zamia sp. Estróbilo femenino con semillas, donde se observan los óvulos (ov).


Morfología externa de Dioon


Figura 44. Dioon. Hojas pinaadocompuestas, coráceas, punzantes.

Cycadophyta


Esta es la división más antigua de las plantas con semilla. Conocidas como “los dinosaurios

del reino de las plantas” por permanecer sin muchos cambios a lo largo de su evolución;

por ello, frecuentemente son confundidas como palmas o helechos arborescentes. Entre

sus usos en la vida cotidiana se encuentra el ornamental, por ser consideradas exóticas y

el ceremonial. Debido a su sobreexplotación y por la complejidad de los ciclos de vida, se

encuentran en peligro de extinción (Valencia, 2014; Rivadeneneyra y Rodríguez,2014).

Se distribuyen en zonas tropicales y subtropicales, en zonas con temperatura y humedad

bajas. En México se encuentran 54 especies de la familia Zamiaceae, de la cual, los

géneros representativos son: Zamia, Ceratozamia y Dioon, además de que la mayoría de

estas especies son endémicas del país (Nicolalde et al., 2014).

Entre sus sinapomorfias se encuentra: trazas foliares circundantes, patrón especializado de

haces vasculares en el peciolo, canales de mucilago en los tallos y aminoácidos no

proteínicos (no pertenecen a los 20 aminoácidos conocidos) BMAA (Valencia, 2014). Estos

últimos son producidos por las cianobacterias a las que están asociadas y son tóxicos tanto

para humanos como para animales (Schmidt, 2012). Por otro lado, tienen pocas

ramificaciones y una característica corona de hojas en el ápice del tallo (Valencia, 2014).

Raíces: Tienen la función de captar agua, nutrientes y darle soporte al tronco. Cuentan con

dos tipos de raíces, las apogeotrópicas o coraloides, que cuentan con asociación simbiótica

con las cianobacterias pertenecientes a la especie Anababena cycadiceae y las de

geotropismo positivo que pueden ser tuberosas o lignificadas. Cuentan con epidermis o

peridermis, parénquima de reserva que contiene células mucilaginosas con cianobacterias

y el sistema vascular con 2 a 4 polos de protoxilema (Valencia, 2014; Nicolalde et al., 2014).

Tallos: Cuenta con dos tipos de tallos, el arborescente se caracteriza por ser monopodial,

robusto y sin ramificaciones, con altura que va entre los 5 y 18 m, con hojas catáfilas. Los

tallos subterráneos generalmente son globosos con cicatrices o tuberosos sin cicatrices,

además pueden o no tener hojas. Ambos tienen madera monoxílica; el sistema dérmico

está formado por peridermis o epidermis, el sistema fundamental conformado por un córtex,

una médula con parénquima, el cual tiene canales de mucilago y sistema vascular con

xilema secundario escaso (Valencia, 2014; Nicolalde et al., 2014).

Hojas: Cuentan con tres tipos, las nomófilas que son fotosintéticas, compuestas pinnadas

o bipinnadas, su estructura consta de un peciolo, raquis y una lámina. Las catáfilas son

hojas modificadas encargadas de proteger los meristemos, los primordios foliares y los

estróbilos; y las esporófilas que también son hojas modificadas que se encargan de producir

esporas, divididas en megaspórofilas que son las que producen óvulos y las microspórofilas

productoras de microsporangios. Tienen cutícula gruesa, la prefoliación en hojas jóvenes

es circinada, “cubiertas por tricomas”, en la epidermis se encuentran estomas hundidos,

con una o dos capas de hipodermis, parénquima empalizada y esponjoso y el sistema

vascular (Valencia, 2014).

Entre su morfología se encuentra que son dioicas, es decir que las estructuras

reproductivas se encuentran en plantas separadas; los conos o estróbilos tienen poca

variabilidad en cuento a su morfología, estos son gimnospérmicos, los masculinos son

simples formados por microesporófilas que producen a los gametos masculinos y los


estróbilos femeninos son compuestos con megasporófilas formadoras de óvulos. Es

importante mencionar que la madurez sexual tarda dependiendo de la especie, y el tamaño

de los conos masculinos en su madures va de 3 a 30 cm y en femeninos de 8 a 40 cm,

dependiendo del género. Tanto la polinización y la fertilización son eventos separados,

entre ellos pueden pasar entre 3 y 7 meses (Valencia, 2014; Nicolalde et al., 2014).

La célula madre de la megaspora está formada por la núcela (megasporangio) y un

tegumento, formado por una capa externa, una media y una interna que se modificarán

después para generar la testa de la semilla. El megasporangio cuenta con una pared gruesa

y el tapetum (Valencia, 2014).

Los espermatozoides son móviles, estos gametos se producen en el tubo polínico después

de la germinación post-polinización. Los microsporangios tienen epidermis con

engrosamiento, capas medias y tapetum (Valencia, 2014; Nicolalde et al., 2014).

Ciclo de vida:

Las plantas femeninas forman en el ápice los megaestróbilos, en el interior de los óvulos,

en estos, se realiza la megaesporogénesis dando lugar a la formación de una tétrada lineal

de megasporas, tres degeneran, quedando solo una funcional. Al germinar

endospóricamente la megaspora, que permanece en el interior de la nucela, da inicio la

formación del megagametofito (gametofito femenino) en cuyo interior de desarrollan dos

arquegonios cada uno con una oosfera (Valencia, 2014)

Las plantas masculinas forman los microestróbilos, que aportan los microesporangios y

generan microsporas por meiosis, estas germinan endosporicamente dando lugar al grano

de polen, que se dispersa por anemofilia o entomófilia , con la dehiscencia del

microsporangio inicia la polinización , el polen se deposita en una gota de polinización en

el micropilo, la cual colapsa y el polen queda en el interior de la cámara polínica, se

desarrolla el tubo polínico y termina con el desarrollo del gametofito masculino con la

formación de dos anterozoides, al romperse el tubo polínico en la cámara arquegonial libera

a los gametos, hay singamia, se forma el cigoto e inicia la embriogénesis para formar la

semilla (Valencia, 2014).

La embriogénesis inicia con la etapa de núcleos celulares libres, continua con la formación

de la pared celular y diferenciación de los tipos celulares. Cuando el embrión madura, se

alarga y presenta un nodo cotiledonario donde se distingue un epicótilo superior compuesto

por un meristemo apical y un primordio foliar (Valencia, 2014).

Las semillas están formadas por la testa, dividida en 3 capas: sarcotesta, esclerotesta y

endotesta, el megagametofio y el embrión. Su tiempo de maduración va de 6 a 16 meses y

se pueden dispersar por zoocoria o hidrocoria. Durante la germinación, emerge la radícula

del embrión para fijarse en el sustrato, cabe señalar que los cotiledones permanecen dentro

de la semilla obteniendo nutrientes hasta que se establezca por completo el sistema radical

(Valencia, 2014; Nicolalde et al., 2014).


Morfología interna Cycas revoluta


Figura 1. Cycas revoluta, raíz, corte transversal (4x). Se observa la rizodermis (r) de dos

capas celulares, parénquima de reserva(pa)con abundante almidón y taninos (ta) y el

sistema vascular (sv).


Figura 2. Cycas revoluta, raíz, corte transversal (10x). Se observa la rizodermis de dos

capas celulares (r), parénquima de reserva(pa) con abundante almidón (al) y taninos (ta).


Figura 3. Cycas revoluta, raíz, corte transversal(40x). Se observa un acercamiento del

parénquima de reserva(pa)con abundante almidón (al). Generalmente un amiloplasto por

célula.


r


Figura 4. Cycas revoluta, raíz, corte transversal(10x). Se observa la rizodermis (r) de dos

capas celulares, parénquima de reserva(pa)con almidón (al) y taninos (ta) y el sistema

vascular (sv).


Figura 6. Cycas revoluta, raíz, corte transversal(10x). Se observa la rizodermis (r),

parénquima de reserva(pa)con abundante almidón y taninos (ta) y el sistema vascular (sv).


Figura 7. Cycas revoluta, raíz, corte transversal (40x). Acercamiento del parénquima de

reserva (pa) donde se aprecian los taninos (ta), el almidón (al) y las traqueidas (tr).


Figura 8. Cycas revoluta, raíz, corte transversal (40x). Acercamiento del parénquima de

reserva (pa) donde se aprecian los taninos (ta), el almidón (al).


Figura 9. Cycas revoluta, tallo, corte transversal (4x). Se observa el parénquima de reserva

(pa), crecimiento secundario (cs), trazas foliares (tf), canales mucilaginosos (cm), el sistema

vascular (sv), xilema (xi) y floema (fl).


e


Figura 10. Cycas revoluta, tallo, corte transversal (10x). acercamiento donde se observa el

crecimiento secundario (cs), epidermis (e), felema (fm) o corcho, felógeno (fg) (cambium

del corcho), felodermis (fd) y el parénquima de reserva (pa).


Figura 11. Cycas revoluta, tallo, corte transversal (10x). Parénquima de reserva (pa), xilema

(xi), floema (fl) y canales mucilaginosos (cm).


Figura 12. Cycas revoluta, tallo, corte transversal(10x). Acercamiento del parénquima de

reserva (pa) conformado por células de paredes delgadas.


Figura 13. Cycas revoluta, tallo, corte transversal(40x). Acercamiento al crecimiento

secundario (cs), epidermis (e), felema (fm) o corcho, felógeno (fg) (cambium del corcho),

felodermis (fd) y al parénquima de reserva (pa).


Figura 14. Cycas revoluta, tallo, corte transversal. (40x). Acercamiento del sistema

vascular, donde se observa la xilema (xi), el floema (fl) y un canal mucilaginoso (cm).


Figura 15. Cycas revoluta, tallo, corte transversal(10x). Se observa el parénquima de

reserva (pa), la epidermis (e) y tatinos (ta).


fl


xi


Figura 16. Cycas revoluta, tallo, corte transversal (10x) Se observa un acercamiento al

sistema vascular, donde se encuentran taninos (ta), Xilema(xi), floema(fl) y radios (ra).


Figura 17. Cycas revoluta, tallo corte transversal(40x). Acercamiento del sistema vascular

donde se observa el xilema (xi), floema (fl), radios (ra) y taninos (ta).


Figura 18. Cycas revoluta, tallo corte transversal (10x). Se observa la epidermis (e), el

sistema fundamental y los canales mucilaginosos (cm).


Figura 19. Cycas revoluta, tallo, corte transversal (40x) Acercamiento donde se observa el

canal mucilaginoso.


Figura 20. Cycas revoluta, tallo corte transversal (40x). Se observan a las traqueidas (tr).


Figura 21. Cycas revoluta, hoja corte transversal (4x) Se observa la epidermis (e), el haz

vascular (hv), el mesófilo esponjoso (mes), el mesófilo empalizado(mem), estomas (est)y el

esclerénquima (esc).


Figura 22. Cycas revoluta, hoja, corte transversal (40x). Se observa la epidermis (e), el

esclerénquima (esc) y el mesófilo empalizado (mem).


Figura 23. Cycas revoluta, estoma haploquélico, corte transversal (40x). Acercamiento de

una estoma (est), también se puede observar la epidermis (e), el esclerénquima (esc),

células acompañantes (ca) y mesófilo esponjoso (mes).

Morfología externa Cycas revoluta


Figura 24. Cycas revoluta, hoja con vernación circinada. Pinnas con indumento.


Figura 25. Cycas revoluta. Se observa el tallo(ta) y las megaesporofilas (meg)


Figura 26. Cycas revoluta, megasporangio. Se observan las megaesporofilas (meg) y

óvulos (ov).


Figura 27. Cycas revoluta, megasporofila. Acercamiento de los óvulos (ov).


Figura 28. Cycas revoluta. Estróbilo masculino. Acercamiento donde se observan los

microesporangios (mcp) y las microesporofilas (mpf).


Morfología interna de Zamia sp


Figura 29. Zamia sp, tallo, corte transversal (10x). Se observa el parénquima de reserva

(pa), el xilema (xi) y el floema (fl).


Figura 30. Zamia sp, tallo, corte transversal (40x). Acercamiento al sistema vascular, se

observa el xilema (xi).


Figura 31. Zamia sp, hoja, corte transversal (10x) Se observa la epidermis (e) y el haz

vascular (hv).


Figura 32. Zamia sp, hoja corte transversal (10x) Se observa la epidermis (e), el haz

vascular (hv) y el esclerénquima (es).


Figura 33. Zamia sp, hoja corte transversal (40x) Acercamiento al haz vascular, se observa

el xilema (xi) y el floema (fl).


Figura 34. Zamia sp. Estróbilo masculino, corte trasversal (4x). Se observa la epidermis (e),

parénquima de reserva (pa) con taninos (ta), el haz vasculas (hv) y la medula (med).


Figura 35. Zamia sp, corte transversal de microestróbilo. Se observa la microsporofila (mpf),

microsporangios (mcp) y eje del estróbilo (ej.).


Figura 36. Zamia sp, microestróbilo, corte transversal (10x). Acercamiento a los

microsporangios.


Morfología externa de Zamia sp


Figura 37. Zamia sp. Hojas palmaticompuestas, pinnadas, coriáceas; que se distribuyen

espiraladamente sobre el ápice del tallo.


Figura 38. Zamia sp. Hoja joven. Se observa raquis (ra), peciolo (pc)y pinas (pi).


Figura 39. Zamia sp. Estróbilo masculino. Se observan las microsporofilas peltadas (mpf).


Figura 40. Zamia sp. microesporangio (mcp).


Figura 41. Zamia sp. Acercamiento del microesporangio (mcp).


Figura 42. Zamia sp. Estróbilo femenino con semillas


Figura 43. Zamia sp. Estróbilo femenino con semillas, donde se observan los óvulos (ov).


Morfología externa de Dioon


Figura 44. Dioon. Hojas pinaadocompuestas, coráceas, punzantes.

Pinophyta


Pinophyta, comúnmente conocidas como coníferas, alberga a las plantas más grandes y

longevas dentro del reino Plantae. Estas son árboles o arbustos, generalmente

perennifolias y estacionales; pueden ser dioicos o monoicos. Estas gimnospermas, son

fundamentales para los ecosistemas terrestres. se encuentran ampliamente distribuidas,

en zonas templadas, son resistentes a bajas temperaturas y predominan en las zonas

montañosas de México. Las coníferas son típicas del bosque de coníferas y bosques de

pino-encino, aunque también pueden encontrarse en otros tipos de vegetación, como

bosque mesófilo de montaña y matorral xerófilo (Valencia, 2014; Gernandt y Pérez, 2014;

Rzedowski, 1978).

Cuenta con 6 familias que son Pinaceae (ocotes y oyameles), Cupressaceae (cedros,

enebros y Taxodiaceae), Podocarpaceae (Podocarpus), Taxaceae (Taxus), Araucariaeae

(Araucaria) y Cephalotaxaceae (Cephalotaxus); con aproximadamente 615 especies

agrupadas en 65 géneros, entre los que se encuentra Abies, Pinus, Taxodium, Cupreessus.

Es importante mencionar que México cuenta con un alto endemismo, ya que, de las 94

especies que se encuentran en el país, al menos 43 son endémicas (Valencia, 2014;

Gernandt y Pérez, 2014).

En cuanto a la morfología del tronco: la corteza puede ser lisa o rugosa, cuentan con

canales resiníferos en su esporofito como en la madera, corteza, conos y hojas; su madera

es picnoxílica, anillos de crecimiento con secuencia alternada (uno claro y otro oscuro), el

xilema es compacto con traqueidas de paredes gruesas y poros uni o multiseriados,

generalmente su crecimiento es monopodial. Debido al grosor del tronco, la epidermis se

sustituye por el corcho o felema. Sus raíces están asociadas a micorrizas ectotróficas (solo

en Araucariaceae son endotróficas). Dependiendodel género, pueden presentar dos tipos

de ramas, las que tienen entrenudos largos con crecimiento rápido y las que tienen

entrenudos cortos con crecimiento lento (Valencia, 2014; Gernandt y Pérez, 2014).

La forma y tamaño de la hoja depende de la especie, son simples con forma de aguja,

escamas, entre otras, por ejemplo, en Pinus, las hojas están organizadas en fascículos, con

una o dos hojas, las cuales están rodeadas por una vaina basal (Valencia, 2014; Gernandt

y Pérez, 2014).

Los estróbilos también llamados conos, generalmente leñosos, son monoesporangiados y

dependiendo de la familia, pueden tardar de 1 a 3 años en desarrollarse. Los estróbilos

masculinos se agrupan en las ramas, constituidos por un eje central del que surgen

microsporófilas que tienen entre 1 y 15 microsporangios. El polen tiene forma esférica y en

algunas especies presenta sacos aeríferos (Valencia, 2014; Gernandt y Pérez, 2014).

Los estróbilos femeninos surgen en las brácteas, tienen un eje central, escamas ovulíferas

en las axilas donde se encuentran los óvulos, que están formados por el megasporangio,

el tegumento y un megasporocito. Las semillas, dependiendo de la familia pueden ir de 4 a

20, estas cuentan con una testa esclerosada que se deriva del integumento, material de

reserva y el embrión (Valencia, 2014; Gernandt y Pérez, 2014).

Entre las familias más grandes de las coníferas se encuentra Pinaceae con alrededor de

200 especies agrupadas en 10 géneros. Entre sus géneros, se encuentra Pinus, que tiene

como uno de sus centros de diversificación a México, contando con alrededor de 49


especies de las 120 que están distribuidas en el resto del mundo (Valencia, 2014; Gernandt

y Pérez, 2014).

Entre otras de las familias que destaca por ser una de las más grandes, se encuentra

Cupressaceae, con alrededor de 173 especies agrupadas en aproximadamente 30

géneros. Dentro de esta familia se encuentra Taxodium mucronatum o mejor conocido como

“ahuehuete”, en Méxic,o es el árbol nacional, se encuentra en estados como en Puebla,

Ciudad de México, Estado de México, Veracruz, Michoacán, Oaxaca, entre otros. Se

distribuye principalmente en la orilla de los ríos, ya que requiere de bastante humedad.

También se destaca su longevidad, ya que puede vivir muchos años (Valencia, 2014;

Gernandt y Pérez, 2014; Conafort, S.F).

Ciclo de vida: En los microsporangios se lleva a cabo tanto la microsporogénesis como la

microgametogénesis. El megasporocito por meiosis, origina una tétrada líneal de

megasporas, donde solo una germina, la cual, por mitosis, da lugar al gametofito femenino.

El grano de polen es dispersado por viento, se adhiere a la gota polínica en el micropilo.

Cuando esta gota se deshidrata, el polen se introduce, alcanzando la nucela; durante su

germinación, la célula del tubo polínico penetra la nucela, hasta llegar el arquegonio.

Simultáneamente, se forman los gametos masculinos, debido a la división de la célula

generatriz, hay singamia, lo que da paso a la formación del cigoto, después al embrión.

Este último esta formado por la radícula, el hipocótilo y 2 o más cotiledones. Finalmente,

las semillas son liberadas de los conos para germinar en condiciones adecuadas (Valencia,

2014; Gernandt y Pérez, 2014).

Por último, es relevante mencionar que los bosques han sido modificados significativamente

en cuanto a su composición, han disminuido su área o desaparecido por completo en los

últimos años. Este cambio ha tenido un impacto directo en la población de estas plantas,

disminuyendo su número de forma considerable, debido a diferentes factores

antropogénicos, por ello, algunos taxa de estas plantas se encuentran en alguna categoría

de riesgo de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana Nom-059-Semarnat-2010 (Gernandt y

Pérez, 2014).


Morfología interna de Pinus cembroides


Figura 1. Pinus cembroides, tallo, corte transversal (4x). Se observa la epidermis (e), la peridermis

(pe), el parénquima de reserva (pa), el xilema (xi), el floema (fl) y la medula (me).


Figura 2. Pinus cembroides, tallo, corte transversal (40x). Acercamiento al sistema vascular donde

se ve el xilema (xi) y el floema (fl).


Figura 3. Pinus cembroides, tallo, corte transversal (10x). Se observa la epidermis (e),la peridermis

(pe), canales resiníferos (cr), el parénquima de reserva (pa) y el sistema vascular (sv).


Figura 4. Pinus cembroides, tallo, corte transversal (40x). Acercamiento al parénquima de reserva

(pa).


Morfología externa de Pinus cembroides


Figura 5. Pinus cembroides. Vista general del árbol, donde se puede observar al tronco (Tr), hojas

(h) y ramas (Ra).


Figura 6. Pinus cembroides, estróbilo masculino. Se observan las hojas (h) y al microestróbilo (mi).


Figura 7. Pinus cembroides. Se observa al estróbilo femenino (ef), las hojas (h) y la rama (Ra).


Figura 8. Pinus cembroides. Se observan a las ramillas (rm) y a las hojas (h).


Morfología interna de Pinus engelmannii


Figura 9. Pinus engelmannii, estróbilo masculino, corte longitudinal (4x). Se observan los sacos

polínicos (sp) con granos de polen (Gp) y las microsporofilas (mp).


Figura 10. Pinus engelmannii, estróbilo masculino, corte longitudinal (4x). Se observan las

microsporofilas (mp), granos de polen (Gp), dentro del saco polínico (sp).


Figura 11. Pinus engelmannii, estróbilo masculino, corte longitudinal (10x). Se observan granos de

polen (Gp), dentro del saco polínico (sp) y la microsporofila (mp).


Figura 12. Pinus engelmannii, estróbilo masculino, corte longitudinal (16x). Se observa el eje del

estróbilo (eje), sacos poliniscos (sp) con granos de polen (Gp) las microsporofilas (mp).


Figura 13. Pinus engelmannii, estróbilo masculino, corte longitudinal (16x). Se observa el eje del

estróbilo (eje), sacos polínicos (sp) con granos de polen (Gp) y las microsporofilas (mp).


Morfología externa de Pinus engelmannii


Figura 14. Pinus engelmannii, estróbilo masculino. Se observa el cono (co) y las hojas (h).


Figura 15. Pinus engelmannii, estróbilo masculino. Se observa el microestróbilo (m), las hojas (h) y

la rama (Ra).


Morfología interna de Taxodium mucronatum


Figura 16. Taxodium mucronatum, tallo, corte transversal (10x). Se observa la epidermis (e), el

parénquima de reserva (pa), el aerénquima (aq), el floema (fl), el xilema (xi) y la medual (me).


Figura 17. Taxodium mucronatum, tallo, corte transversal (40x). Acercamiento al sistema vascular,

donde se observa la medula (me), el xilema (xi) y el floema (fl).


Figura 18. Taxodium mucronatum, tallo, corte transversal (40x). Acercamiento, donde se observa la

epidermis (e) y el parénquima de reserva (pa).


Morfología externa de Taxodium mucronatum


Figura 19. Taxodium mucronatum. Vista general del árbol, donde se puede observar al tronco (Tr),

hojas (h) y ramas (Ra).


Figura 20. Taxodium mucronatum. Se observa la rama (Ra), hojas (h) y gálbulas dehiscentes (gl).


Figura 21. Taxodium mucronatum, acercamiento a las gálbulas dehiscentes.


Morfología interna Pinus oocarpa


Figura 22. Pinus oocarpa, tallo, corte transversal (10x). Se observa la epidermis (e), el parénquima

de reserva (pa), el xilema (xi), el floema (fl) y la medula (me).


Figura 23. Pinus oocarpa, tallo, corte transversal (40x). Acercamiento al sistema vascular, donde se

observa el xilema (xi) y el floema (fl)


Figura 24. Pinus oocarpa, tallo, corte transversal (40x). Se observa la epidermis (e) y el parénquima

de reserva (pa).


Morfología interna de Cupressus


Figura 25. Cupressus, raíz, corte transversal (40x). Acercamiento al sistema vascular, donde se

observa el xilema (xi) y el floema(fl).


Figura 26. Cupressus, raíz, corte transversal (10x). Se observa la epidermis (e), el parénquima de

reserva (pa), el xilema (xi) y el floema(fl).


Figura 27. Cupressus, raíz, corte transversal (10x). Se observa la epidermis (e), el parénquima de

reserva (pa), el xilema (xi) y el floema(fl).


Morfología externa de Cupressus


Figura 28. Cupressus, microestróbilo. Se observa la rama (Ra), hojas (h) y gálbulas dehiscentes (gl).


Figura 29. Cupressus, microestróbilo. Acercamiento a las gálbulas dehiscentes.


Figura 30. Cupressus. Se observan a los microestróbilos (mi).

Gnetophyta


Esta división cuenta con tres familias Ephedraceae, Gnetum y Welwitschia. Estas plantas

están caracterizadas por parecerse a las angiospermas, (mejor conocidas como plantas

con flor) por su sistema vascular, ya que presentan xilema secundario con vasos

foraminados, punteaduras aeroladas y traqueidas. Sin embargo, actualmente, gracias a los

análisis moleculares se sabe que están relacionadas con las coníferas y no tanto con las

angiospermas (Valencia, 2014; Judd et al., 2008). Entre otras características que comparten

esta el que “son dioicas, los estróbilos femeninos y masculinos tienen brácteas y bractéolas

asociadas a los microsporangios pedicelados y a los óvulos, el tubo micropilar es lignificado

y el embrión tiene dos cotiledones “(Valencia, 2014).

Ephedraceae: El género Ephedra es monoespecífico, distribuida en zonas con clima áridos

y semiáridas como América, Europa, Asia y África del Norte.En México se encuentran

principalmente en Baja California Norte, Chihuahua, Sonora, Coahuila y San Luis Potosí. El

género cuenta con 45 especies, de las cuales 8 habitan en México (Conabio, 2009;

Valencia, 2014).

Son plantas arbustivas, erectas o trepadoras con ramas y troncos delgados, estos últimos

son estriados, el xiliema scundario tienen traqueidas, vasos foraminados y radios

multiseriados; sus hojas son pequeñas, escualiformes con base conada, filotaxia opuesta o

verticilada y son caducas,con epidermis gruesa y estoma; las ramas jóvenes son las que

hacen fotosíntesis (Valencia, 2014),

Los estróbilos masculinos se forman a partir de series de 2 a 8 de brácteas opuestas que

están unidas por un eje central. Las bractéolas que están en las zonas apicales contienen

a los esporangióforos y cada uno porta de 1 a 15 sinangios dehiscentes. El grano de polen

tiene forma de elipse y es inaperturado (Valencia, 2014).

Los estróbilos femeninos se forman a partir de 2 a 1 brácteas, las cuales están secas hasta

el desarrollo de la semilla, ya que cuando esta está madura se vuelven carnosas; son

decusadas, unidas a un eje central, las apicales son las que tiene de 1 a 2 óvulos, estos

últimos están rodeados por bractéolas. Dentro de la nucela el esporocito por meiosis dará

lugar a las 4 megasporas que originarán al gametofito femenino, que tendrá 2/3

arquegonios cuando madure (Valencia, 2014).

Ciclo de vida: Los microsporocitos por meiosis forman las tétradas de microsporas dentro

del microsporangio. Posteriormente, el polen es dispersado por viento, el cual queda

adherido a la gota de polinización, se desplaza hacía la cámara polínica una vez que la

humedad se evapora; se libera el microgametofito que es dehiscente. El tubo polínico crece

y penetra la nucela, hay formación de dos núcleos espermáticos por mitosis y se liberan. El

megasporocito de los óvulos pasa por meiosis hasta formar la tétrada de megasporas,

donde solo una es funcional. La megaspora germina y pasa por una fase de núcleos libres.

Simultáneamente se forman los arquegonios que pueden ser 2 o 3, que se dividen por

mitosis con la llegada del polen. Hay singamia, formación del cigoto y por último, el

desarrollo de un embrión con 2 cotiledones (Valencia, 2014).

En Ephedra se presenta una doble fecundación, esta se da entre un núcleo espermático y

la oosfera y entre el segundo núcleo espermático y el núcleo de la célula del canal ventral

Valencia, 2014).


La semilla se encuentra fusionada con bractéolas y estas a su vez estan asociadas con

brácteas rojas y carnosas (Valencia, 2014).

Gnataceae: Esta familia tiene un solo género, Gnetum, que cuenta con 30 especies

aproximadamente, distribuidas en Centroamérica, América del Sur, Asia y África (Jáuregui

y Benítez, 2005; Conabio, 2009; Valencia, 2014).

Estas plantas son leñosas, con hábito trepador (lianas), aunque también pueden ser árboles

o arbustos, los tallos son articulados. El xilema primario presenta traqueidas helicoidales,

mientras que el secundario presenta perforaciones foraminadas. En la médula, el córtex,

peciolo y en las láminas foliares se pueden encontrar estroesclereidas. Sus inflorescencias

pueden ser ramificadas o simples, con flores unisexuales con arreglo verticilado de espigas

sobre los ejes del estróbilo. Las hojas son simples, glabras, opuestas y decusadas, con

venación pinnada, las trazas foliares van de 3 a 7. Las semillas tienen similitud con las

drupas y son de color amarillenta, roja o naranja; el embrión tiene dos cotiledones y una

estructura que surge del hipocótilo para nutrirlo (Jáuregui y Benítez, 2005; Valencia, 2014;

Gifford y Foster, 1996).

Los estróbilos masculinos están agrupados, tienen un eje principal y un verticilo formado

por brácteas fusionadas; de su axila surgen de 3 a 6 hileras de micosporangios pedicelados

que al mismo tiempo están asociados a 2 bractéolas basales que los envuelven hasta que

llegan a su madurez. El polen es esférico, sin aperturas, no estriado, con superficie espinosa

y se dispersa a través de insectos (Valencia, 2014; Gifford y Foster, 1996).

Los estróbilos femeninos tienen un eje principal del que surgen brácteas fusionadas y

verticiladas; en las axilas surgen los óvulos que pueden ir de 8 a 10, que está rodeado por

bractéolas internas y externas, además de estructuras envainadora como las cubiertas

interna y externa, y el tegumento. Entre los óvulos se pueden encontrar pelos uniseriados

(Valencia, 2014; Gifford y Foster, 1996).

Ciclo de vida: Es importante mencionar que en un megasporangio coexisten varios

megasporocitos funcionales, pero siempre habrá uno dominante. Este megasporocito a

través de meiosis formara 4 megasporaras que se dividirán mitoticamnete para formar

múltiples núcleos. Cuando el tubo polínico entra al megagametofito cenocítico es rodeado

por núcleos femeninos. Posteriormente salen los dos núcleos espermáticos, hay singamia,

dando lugar a dos cigotos. El cigoto funcional desarrolla un proembrión, el cual formará un

suspensor para sostener al embrión. Las células opuestas a la región micropilar se van a

fusionar con núcleos haploides y uno poliploide; las poliploides poroliferarán y serán

utilizadas como reserva del embrión. Se presenta una doble fecundación, hay formación de

un solo embrión, el cual estará rodeado por una testa. Finalmente, las semillas son

dispersadas por vertebrados y germinan bajo condiciones adecuadas (Valencia, 2014).

Welwitschiaceae: Cuenta con una sola especie que es Welwitschia mirabilis, esta se

encuentra distribuida en los desiertos del sureste de África, Angola y de Namibia. Es

considerada como un fósil viviente ya que puede vivir entre 1000 y 2000 años (Conabio,

2009). Es característica por su gran tamaño, su tallo de ancho puede medir hasta 1.5 m, la

mayor parte de su tallo se encuentra bajo el suelo, pareciéndose a una raíz, este es leñoso

con abundante parénquima. Al ras del suelo surgen dos hojas permanentes opuestas, la

lamina se va destruyendo gradualmente debido al ambiente en donde habita, donde es

común los vientos azotadores. Las hojas cuentan con pared engrosada, cubierta por una


cutícula y estomas sindetoquelicos;” el mesófilo tiene clorénquima, haces bicolaterales,

tejido de transfusión y esclereidas ramificadas con cristales de oxalato de calcio” (Valencia,

2014).

Son dioicas, con estróbilos formados por un eje principal, rodeados por brácteas opuestas.

En las axilas de las brácteas se encuentras los microsporangios u óvulos (Valencia, 2015).

Los estróbilos masculinos tienen brácteas fértiles que están asociadadas a dos bractéolas

laterales externas y a dos medias que rodean a 6 microsporangióforos que se originan de

la cúpula. Los microsporangióforos rodean a un óvulo estéril que esta en el centro de la

cúpula. El polen es poliplicado, elipsoide y monosuculado, dispersado a través de insectos,

el cual recibe su recompensa a través de ovulo estéril. Los estróbilos femeninos cuentan

con un ovulo en las brácteas fértiles, rodeado por dos bractéolas opuestas (Valencia, 2014).

Ciclo de vida: A partir de 4 megasporas se forma el megagametofito. Después se forman

las células de la zona micropilar que pueden tener de 2 a 8 núcleos y las de la zona chalazal

que pueden tener de 6 a 10 núcleos. Las células polinucleadas de la zona micropilar forman

expansiones tubulares que crecen hacia los tubos polínicos para que se dé la fecundación

dentro de los tubos. En este caso, todos los núcleos femeninos forman cigotos que se

dividen y forman proembriónes bicelulares. La célula superior forma un suspensor, la inferior

un suspensor secundario y un embrión pluricelular, que tiene 8 células que lo protegen, este

se desarrolla rodeado por tejido protalial. Las semillas están cubiertas por bractéolas

membranosas (Valencia, 2014).


Morfología interna


Figura 1. Ephedra sp, tallo, corte transversal (10x). Se observan estomas (est), el parénquima de

reserva (pa), el xilema (xi), el floema (fl), la medula (me) y taninos (ta).


Figura 1. Ephedra sp, estróbilo masculino (12.5x). Se observan los granos de polen (Gp), los sacos

polínicos (sp), las brácteas (br) y los esporangióforos (eg).


Figura 3. Figura 1. Ephedra sp, estróbilo femenino (16x). Se observan las brácteas (br), los

tegumentos externo e interno (ts), la nucela (nu) y el megagametofito (M).


Morfología externa


Figura 4. Ephedra sp, estróbilo masculino. Se observan los tallos (tl), los sacos polínicos (sp), las

brácteas (br) y el estróbilo masculino (em).


Figura 5 . Ephedra sp,estróbilo femenino. Se observan dos semillas rodeadas por bractéolas

carnosas de color rojo.

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Un encuentro al anochecer: Quiropterofilia

Autor: Demian Morales Gonzales

Todos los organismos que pueblan la Tierra tienen la capacidad, tan sólo por el hecho de ser entes biológicos, de reproducirse con el fin de dar lugar a progenie que continúe su línea evolutiva. Este fenómeno es tan fundamental que, al asomarnos a cualquiera de los cinco reinos que componen el árbol de la vida, encontraremos gran variedad de formatos en los que se presenta la reproducción: desde las solitarias bacterias, que se bastan con su cuerpo unicelular para dividirse; pasando por los protistas, inventores de la reproducción sexual; hasta llegar a los hongos, que fusionan sus micelios en un proceso llamado somatogamia; los animales, poseedores del comportamiento sexual; o las hermosas plantas, verdaderas artistas de la reproducción. En este último reino, particularmente, existe un grupo de plantas —que en el argot científico llamamos angiospermas— las cuales han encontrado su éxito evolutivo en una fastuosa especialización de los órganos sexuales dentro de una maravillosa estructura: la flor.

Dentro de la flor están contenidos cuatro tipos de órganos, pero los más importantes son los dos fértiles; por un lado, el órgano femenino llamado carpelo contiene a los óvulos (que equivaldrían a los óvulos animales); por el otro, el órgano masculino llamado estambre contiene a los granos de polen (que equivaldrían a los espermatozoides animales). Para que la reproducción cruzada se lleve a cabo es necesario que el polen de una flor se traslade hasta la flor de otro individuo perteneciente a la misma especie de la que procede, y se fusione con el óvulo. Si bien existen angiospermas cuyo polen puede fusionarse con el óvulo de la misma flor, es bastante más común que se dé el intercambio de polen entre individuos, pues así incrementa la diversidad genética de la especie. A este proceso de intercambio de polen se le conoce como polinización. Ahora bien, este transporte de los gametos masculinos no se da por sí solo, pues los granos de polen son minúsculos (10-150 μm) y les sería imposible emprender un viaje que puede ir desde unos cuantos centímetros hasta cientos de metros. Es por ello que las angiospermas han conseguido servirse de la ayuda de factores abióticos (viento y agua) o bióticos (principalmente animales) para llevar a cabo este transporte.

Los distintos tipos de polinización pueden clasificarse de acuerdo con el vector que facilita el traslado del polen, también llamado síndrome de polinización. Es así como, en el caso de los pastos (de la familia Pooaceae), los cuales son polinizados por la acción del viento, encontramos la neumofilia (pneuma=aire, philos=amor). De la misma manera, las plantas que son polinizadas preferentemente por abejas o avispas, como el higo (Ficus carica), poseen el síndrome de melitofilia (proveniente del nombre científico de la abeja mielera, Apis mellifera) (Figura 1.). Uno de los síndromes de polinización más fascinantes, debido al alto nivel de especialización y convergencia que representa, es el de quiropterofilia, es decir, polinización por murciélagos.



Figura 1. Polinización. a) Polinización por viento en los miembros de la familia de los pastos (poaceae) . b) Melitofilia en Titonia sp.. c) Polinización por mariposas (Lepidoptera).

Murciélagos polinizadores

 De las 18 familias reconocidas de murciélagos (Chiroptera), sólo dos se relacionan de forma mutualista con las flores. La familia Pteropodidae, cuyos representantes se distribuyen a lo largo de Eurasia, incluyendo las islas del Pacífico y Oceanía; y la familia Phyllostomidae, que es propia de América. La primera contiene aproximadamente 15 especies de visitantes florales, mientras la segunda posee hasta 38 especies.

Es posible distinguir a estos alados amantes de las flores del resto de sus compañeros murciélagos gracias a algunas modificaciones corporales que les son exclusivas. Entre estas características se destacan un alargamiento del rostro, posiblemente en favor de introducir la trompa dentro de las flores, una reducción de la dentadura, debida al cambio de alimentación de materia sólida a líquida, y un incremento en la longitud de la lengua, así como presencia de “pelillos” en la misma, de manera que se facilita la colecta de néctar. Dentro de las dos familias de murciélagos polinizadores existen caracteres propios que, a su vez, permiten discernirlas entre sí. Por una parte, los murciélagos filostómidos alcanzan una masa promedio de 14 g, durante sus visitas florales tienen la costumbre de permanecer suspendidos en el aire, y la longitud de sus rostros y lenguas tiene un rango amplio, a pesar de poseer narices chatas en muchos casos. Por otra parte, los murciélagos pteropódidos alcanzan hasta 38 g de masa promedio, suelen aterrizar en la flor durante sus visitas y poseen una longitud de rostro y lengua poco variable, exhibiendo de forma general un rostro alargado con nariz redonda.

En cuanto a la diversidad de murciélagos polinizadores puede señalarse que es, en realidad, escasa. A pesar de que casi el 99% de las angiospermas tienen una polinización dependiente de animales, la amplia mayoría de las especies recurren a los insectos para dispersar el polen. Esto, se piensa, es debido a que los insectos consumen poco néctar en comparación con los vertebrados, por lo que las plantas no invierten mucha energía en la producción del dulce líquido. Lo realmente sorprendente es que, siendo tan energéticamente demandantes, algunos grupos de aves y murciélagos hayan establecido una relación estrictamente dependiente del néctar floral (Figura 2.).

Figura 2. Murciélago del género Pipistrellus spp. las especies adscritas a este género son polinizadores de agaves.

  

Flores con quiropterofilia

Tal como ocurre con los murciélagos, que han desarrollado un arsenal completo de adaptaciones para alimentarse de las flores, las plantas han hecho lo mismo para facilitar su encuentro con estos mamíferos nocturnos. Las características florales clásicamente relacionadas a quiropterofilia son: la apertura nocturna de las flores, coloración poco llamativa, olores ácidos o rancios, y la producción de un premio como el néctar. Si bien estos rasgos pueden estar presentes en flores polinizadas por muchos otros tipos de animales, existe una clara tendencia para atraer animales voladores, sensibles al olor e insensibles a estímulos visuales como el color. Adicionalmente, determinadas particularidades florales parecen promover la visita de murciélagos.

Un ejemplo peculiar se observa en las flores de Mulcuna holtonii (de la familia de las leguminosas, Fabaceae), cuya forma de los pétalos está modificada de manera que promueve una mayor reflectancia de las ondas sonoras que la impactan. Los murciélagos filostómidos, al poseer una orientación por medio de ecolocalización, encuentran y se alimentan de estas flores con facilidad. Y no sólo esto, pues resulta que dichas flores, después de la primera visita por parte de un polinizador, disminuyen en cinco veces la producción de néctar. Es decir, una vez que el visitante floral conoce la localización de la planta se hace innecesario el gasto energético de producir tanto néctar. Las visitas subsecuentes a la misma planta quedan relegadas, de esta manera, a polinizadores que posean memoria espacial y facilidad de ubicación, como son los murciélagos.

Otro rasgo que nos habla de una preferencia por las peludas aves nocturnas es el tipo de premios ofrecidos, ya que son éstos, en última instancia, los que promueven la llegada de polinizadores. Típicamente se habla del néctar, aunque algunos murciélagos son capaces de consumir tanto los granos de polen como las hojas florales (sépalos o pétalos). Lo especial con este tipo de néctar es que su cantidad es mucho mayor que la registrada para plantas con cualquier otro tipo de síndrome de polinización, con volúmenes que van desde 10 μL hasta 15 mL en una sola flor por noche. Además, el azúcar diluido en este líquido puede tener una concentración variable entre 5 y 29%. Cantidades que son suficientes para satisfacer a organismos de gran tamaño con un metabolismo acelerado, tal como les sucede a los vertebrados endotermos, entre ellos los murciélagos.

Otra cualidad importante que determina la quiropterofilia no es, curiosamente, facilitar la visita de murciélagos, sino impedir la ocurrencia de otros polinizadores. Se han descrito cinco determinantes de esto: tamaño de la flor, forma, durabilidad, localización dentro de la planta y hora de apertura. El tamaño de la flor, así como su forma y dureza, son factores que influyen en el acceso al néctar, ya que formas campanulares, entradas estrechas o muy duras impedirán que insectos tengan acceso al polen. Por otra parte, la localización y hora de apertura son características consideradas universales para flores con quiropterofilia. Las flores nocturnas están completamente fuera del alcance de polinizadores diurnos, que son la mayoría (abejas, escarabajos, mariposas, colibríes, roedores, etc.). Si, además, se encuentran aisladas a grandes alturas o en tallos especiales que se alcen decenas de metros sobre el suelo, ni siquiera las polillas nocturnas podrán alcanzar dichas flores, por lo que los murciélagos quedan como únicos polinizadores posibles.

Ahora bien, entrando un poco en materia de diversidad, ¿qué tipo de plantas se sirven de la ayuda de estas pequeñas maravillas nocturnas? Por todas las cosas dichas con anterioridad parecería que la polinización por murciélagos es un fenómeno que se da de forma muy particular en sólo un puñado de organismos. Nada más lejos de la realidad, pues los murciélagos interactúan con plantas de muchas familias. Desde los plátanos (Musa acuminata), los loritos (Heliconia sp.), los cepillos (Callistemon sp.), las Burmeistera sp., el árbol de la olla (Lecythis sp.), la majestuosa ceiba (Ceiba pentandra), los cactus columnares de la tribu Pachycereeae, entre otras.

 

Importancia de la quiropterofilia

La quiropterofilia se destaca por muchas razones. Evolutivamente, por el prodigio que supone la interacción tan especial que se da entre grupos organísmicos tan distantes (animales y plantas) con el fin de que ambos perpetúen sus linajes. Ecológicamente, porque el fenómeno reproductivo, en las plantas, y alimentario, en murciélagos, moldea la supervivencia de las poblaciones y determina quiénes pasarán a la siguiente generación. Culturalmente se trata de un fenómeno interesantísimo, casi artístico, en el que el estilo de vida nocturno y el portento de volar que poseen los quirópteros confluye con la belleza y el simbolismo de las flores en una puesta en escena que dura apenas unos segundos, y que es una muestra perfecta de la maravilla que es la diversidad biótica y, en última instancia, la vida misma. Filosóficamente, incluso, podría ser una alegoría sobre la cooperación y la subsistencia. Sin embargo, ¿de qué nos sirve todo esto? ¿Es la quiropterofilia algo que deba importarnos más allá de la ciencia y la vanidad? Pues sí. Muy a pesar de lo que pueda parecer, es un proceso crucial, no sólo para los involucrados, sino también para seres tan “ajenos” a él como los humanos.

En términos numéricos, se ha documentado polinización por murciélagos en más de 528 especies de plantas, pertenecientes a más de 47 familias de angiospermas. En mayor o menor medida, estas plantas han conseguido continuar su linaje gracias a los murciélagos. Algunas de estas especies son de franca importancia para los humanos. Las bromelias (Bromeliaceae), por ejemplo, tan codiciadas por su belleza. También están algunos cocoteros y palmitas (Arecaceae), los primeros codiciados por sus jugosos frutos, las segundas usadas en la artesanía de canastos, sombreros, sillas y cuanta cosa pueda ocurrírsenos. Algunas calabacitas (Cucurbitaceae), cactus columnares (Figura 2.) camotes y batatas (Convolvulaceae) dependen de los murciélagos para reproducirse. La majestuosa ceiba, la planta sagrada de los mayas, y otros representantes de su familia (Malvaceae) también presentan quiropterofilia. Y qué decir de la interacción más famosa de los murciélagos: la del murciélago magueyero (Leptonycteris yerbabuenae) con los magueyes (Agave sp.). El maguey, la planta mística de mayahuel, la roseta antigua de los macehuales, la flor del desierto mexicano que salpica el Bajío con virtud inexplicable. La planta proveedora del aguamiel, del espirituoso pulque y el acerbo mezcal; que nos arropa con sus fibras de henequén. Los magueyes están envueltos en una tradición que se remonta casi 10, 000 años en el pasado y que actualmente es símbolo de la mexicanidad. Hoy en día, México envasa anualmente casi ¡8 millones de litros de mezcal! Una actividad de tan grande impacto económico no sería posible sin el esmero de los murciélagos, los polinizadores principales de los agaves. Con este escenario antes expuesto cabe pensar, pues, en cuántas cosas no podríamos disfrutar de no ser por los murciélagos y por su afortunada relación con las plantas (Figura 4.).

 


Figura 3. Cephalocereus  senitis. Sin la existencia de los murciélagos polinizadores esta cactácea no se podría reproducir exitosamente. 
Figura 4. Agave salmiana. Especie utilizada para la elaboración de pulque, la bebida de los dioses. Inspiración de la leyenda de Mayahuel.

Conclusión

El mundo como lo conocemos es el resultado de una cantidad ingente de relaciones. Algunas de éstas son entre entidades no vivas, como el aire, el agua, el Sol, las rocas terrestres, etc. Otras son entre seres vivos, bacterias con algas, plantas con hongos, animales con plantas o con otros animales, etc. Las combinaciones son prácticamente infinitas e imposibles de describir en totalidad. Lo que es notable, no obstante, es que todas estas relaciones hacen que el mundo funcione tal como nosotros lo percibimos. La vida, con todos sus claroscuros, es posible sólo en virtud de relaciones tan minúsculas y fáciles de ignorar como la que se ha explicado aquí, entre los murciélagos y las flores que polinizan. Es por ello que, como miembros que somos del mundo natural, conocer y cuidar en lo posible que estas relaciones se mantengan tal y como están, permitirá que el mundo siga siendo como lo conocemos y, a la postre, siga proveyéndonos de todos los bienes de los que disfrutamos.

Sobre el autor: https://revistarimega.blogspot.com/2023/06/demian-morales-gonzales.html 


Literatura recomendada

Fleming, T., Geiselman, C., Kress, W. (2009). The evolution of bat pollination: a phylogenetic perspective. Annals of Botany. 104, 1017-1043.

Kunz T., de Torrez E., Bauer D., Lobova T., Fleming T. (2011). Ecosystem services provided by bats. Europe. 1, 31-32.

Rivera, A., Quirino, R. (2020). Síndrome de quiropterofilia en cactus columnares. Desde el Herbario CICY. 12, 149-153.

Trejo-Salazar, R., Scheinvar, E., Eguiarte, L. (2015). ¿Quién poliniza realmente los agaves? Diversidad de visitantes florales en 3 especies de Agave (Agovoideae: Asparagaceae). Revista Mexicana de Biodiversidad. 86, 358-369.

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